El acceso a la información es un derecho humano básico que puede acabar con el ciclo de pobreza y apoyar el desarrollo sostenible.  La biblioteca es el único lugar en muchas comunidades en el que las personas pueden acceder a información que les ayudará a mejorar su formación, desarrollar nuevas habilidades, encontrar trabajos, poner en marcha empresas, tomar decisiones informadas en materia de agricultura y salud o entender qué esta ocurriendo en cuestiones medioambientales. Su papel único hace de las bibliotecas un importante socio en el desarrollo, tanto para proporcionar acceso a la información en distintos formatos como para ofrecer servicios y programas que satisfacen las necesidades de información de una sociedad cambiante y cada vez más compleja.

Mientras Naciones Unidas trabaja para definir un marco de trabajo posterior al 2015 para guiar el desarrollo mundial, la IFLA pide a todas las partes implicadas que reconozcan que las bibliotecas pueden ser mecanismos fiables para apoyar la implementación de programas de desarrollo sostenible en todo el mundo. La IFLA afirma que:

Las bibliotecas proporcionan oportunidades para todos.

Hay bibliotecas en todas partes, en el campo y en la ciudad, en el campus y en el lugar de trabajo. Las bibliotecas atienden a todas las personas, independientemente de su raza, origen nacional o étnico, género o tendencia sexual, edad, discapacidad, religión, situación económica o creencias políticas. Las bibliotecas apoyan a poblaciones vulnerables y marginadas y contribuyen a asegurar que a nadie se le nieguen las oportunidades económicas básicas y los derechos humanos.

Las bibliotecas fortalecen a las personas para su propio desarrollo.

Las bibliotecas garantizan una sociedad donde cualquier persona puede aprender, crear e innovar, independientemente de su historia previa. Las bibliotecas apoyan una cultura de la alfabetización y promueven el pensamiento crítico y la investigación. Las personas pueden aprovechar el poder de la tecnología y de Internet para mejorar sus vidas y sus comunidades a través de las bibliotecas. Las bibliotecas protegen los derechos de los usuarios para acceder a la información en un entorno seguro. Las bibliotecas son social y culturalmente inclusivas.  Permiten a las personas relacionarse con las instituciones públicas para acceder a sus servicios y pueden actuar como intermediarias en la participación municipal y los nuevos servicios de administración electrónica.

Las bibliotecas proporcionan acceso al conocimiento mundial.

Las bibliotecas son parte esencial de la infraestructura crítica que soporta la educación, el empleo y el desarrollo de la comunidad. Ofrecen acceso práctico y significativo a la información en todas sus variantes, ya sea manuscrita, impresa, audiovisual o digital.  Pueden apoyar el aprendizaje continuo, formal o informal, la preservación de la memoria histórica, el conocimiento tradicional e indígena, así como el patrimonio nacional cultural y científico. Mientras que las políticas de información nacional tienen la finalidad de mejorar las telecomunicaciones y proporcionar acceso de alta velocidad, las bibliotecas son socios naturales que proporcionan acceso público a las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TICs) y a recursos de información en red. 

Los bibliotecarios ofrecen asesoramiento experto.

Los profesionales de la biblioteca son intermediarios de confianza, formados y dedicados a proporcionar la información que las personas necesitan. Los bibliotecarios ofrecen la formación y el apoyo en las competencias de información que las personas necesitan para poder participar en la sociedad de la información. También son guardianes culturales que conservan y proporcionan acceso al patrimonio cultural y apoyan el desarrollo de la identidad.

Las bibliotecas forman parte de una sociedad con distintos participantes.

Las bibliotecas trabajan con diferentes grupos en situaciones diversas y de manera eficiente. Ofrecen programas y servicios junto a los gobiernos locales y nacionales, grupos comunitarios, instituciones benéficas, organismos financiadores y empresas privadas y corporativas. Los bibliotecarios son actores ágiles que pueden trabajar en estrecha colaboración con otras personas de los gobiernos, sociedad civil, empresas, el mundo académico y la comunidad técnica para ayudar a alcanzar los objetivos de las políticas.

Las bibliotecas deben ser reconocidas en el marco de las políticas de desarrollo.

Dado que las bibliotecas tienen un papel natural proporcionando acceso a la información y a los servicios en red que aseguran el desarrollo sostenible, los responsables de la toma de decisiones deben fomentar el fortalecimiento y la provisión de bibliotecas y utilizar las habilidades de los bibliotecarios y otros profesionales de la información para ayudar a resolver los problemas de desarrollo a nivel de comunidad.  

Por lo tanto, la IFLA insta a los responsables políticos y a los profesionales del desarrollo a aprovechar estos poderosos recursos ya existentes y asegurar que cualquier marco de desarrollo posterior a 2015:

  • Reconozca el papel del acceso a la información como un elemento fundamental que apoya el desarrollo.
  • Reconozca el papel de las bibliotecas y de los bibliotecarios como agentes de desarrollo.
  • Aliente a los Estados Miembro de las Naciones Unidas a que apoyen a las instituciones de información que sustentan el desarrollo – proporcionando redes, información y recursos humanos – como, por ejemplo, las bibliotecas y otras instituciones de interés público.

Aprobado por la Junta de Gobierno de la IFLA en Singapur, 16 de agosto de 2013